Luego de la postura emitida por el Club Puebla Femenil, respaldada por la Liga Mx Femenil sobre el supuesto acompañamiento y protección hacia Lucia Yáñez, la propia ex jugadora de la Franja emitió un comunicado con 9 puntos donde desmiente completamente la versión del cuadro enfranjado.
A través de redes sociales, la oriunda de Los Ángeles, California, “rompió” el silencio y señaló que su salida del Club Puebla Femenil no se dio por “motivos personales” como lo argumentó el equipo de la Liga Mx, sino por el nulo respaldo tras el acoso, hostigamiento, difamaciones en redes sociales y bullying que sufría la jugadora.
“Quiero comenzar agradeciendo al Club Puebla por abrirme las puertas de la Liga Mx el pasado mes de enero. Sin embargo, tras el comunicado del equipo publicado anoche, me veo obligada a decir que el club mintió”.
En su comunicado, Lucia Yáñez señala que le comunicó a la entonces entrenadora, Majo López y a la directiva dicha situación, sin embargo, solo encontró apoyo verbal “diciéndome que contaba con ellos”. De acuerdo con la jugadora, el acoso siguió y el único apoyo que recibió en ese momento por parte del equipo fue canalizarla con el departamento de redes sociales para bloquear los perfiles que la hostigaban, pero el acompañamiento solo fue por un determinado tiempo ya que los ataques en su contra siguieron.
Asimismo, la jugadora denunció que el pasado 26 de marzo, las ventanas de la que era su casa en Puebla fueron atacadas con piedras, sin embargo, nunca contó con el apoyo de la directiva del Club Puebla, pues le argumentaron que al contar con la mayoría de edad, tendría que hacer las diligencias correspondientes ante la FGE completamente sola.
“Tengo la grabación en la que un directivo que dijo que al ser mayor de edad yo fuera sola a denunciar ante la Fiscalía General de Puebla (…) El mejor apoyo que encontré fue por medio de dos aficionados que demostraron interés al punto de acompañarme a la Fiscalía a realizar la denuncia correspondiente”.
Expuso la situación que vivió durante el partido de la primera jornada contra Rayadas en el estadio Cuauhtémoc, donde se lanzaron cientos de volantes en su contra; la jugadora pidió las cámaras de seguridad del estadio, sin embargo, a pesar de contar con el aval, nunca tuvo acceso. Es por eso que, la solución que le dio el equipo fue darle dos días libres “para aclarar su mente” y que fuera cuidadosa con sus redes sociales para evitar que siguiera el ciber bullying.
Fue en septiembre, cuando el acoso rebasó la situación y la propia jugadora le dio a entender a la directiva que ya no podía continuar pues se sentía sola y desprotegida, pero lo único que le ofreció el equipo fue darla de baja y, por ende, no pagarle los dos meses que le restaban de contrato.
“Leí el comunicado publicado anoche por la Liga Mx Femenil. Por eso , solicito con todo respeto a la Liga BBVA Femenil una audiencia con su presidenta Mariana Gutiérrez para que mi caso sea escuchado, analizado y así evitar que esto pueda suceder a más futbolistas”.