La película “los chicos del coro” o también llamada “los coristas” es un buen largometraje francés cuya trama se basa en como musico logra motivar y sacar de su medianía a un grupo de chicos que estaban en un internado, confinados ahí por diferentes y crudas realidades.
Verla de nuevo, me trajo a la mente lo que ha sucede y ha sucedido con la selección mexicana en los últimos años, donde finalmente se llega a la vergonzosa y unánime decisión que el único pendejo, de las malas actuaciones es el técnico en turno.
El papel del “gran pendejo” ya le toco desempeñarlo al “Míster rotaciones” Osorio, la estafeta la heredo “El Tata” Martino, este se la paso a Diego Cocca y así como vamos, por como veo que las cosas acá nunca cambian, ese calificativo le tocara en algún momento a Jaime Lozano o al que llegue en su lugar.
Por supuesto que Osorio, Martino, Cocca y el que me pongan cometieron errores. Unos menos graves, unos más. Algunos con un sistema, otros empleando otros e incluso los que ni siquiera utilizaron un sistema. Pero ¿ya se dio en cuenta que todos ellos fallaron utilizando los mismos ingredientes, es decir a los mismos jugadores? Se ha cambiado de Chef, pero no de ingredientes, porque es lo único que hay y con ellos no se ha podido hacer más que tacos de suadero y así se está lejos de poder ganar una estrella Michelin, sin importar que Chef este a cargo de la cocina futbolística.
Para leer la continuación de la columna, es imprescindible querido lector que se quite la playera de su equipo favorito, sus filias, sus fobias y de ser posible, por un momento ese sentimiento nacionalista que en ocasiones nos nubla la razón y nos hace pensar con el corazón. En este texto no hay nada personal contra nadie, es una perspectiva de análisis que deseo compartirles para ver en que tanto podemos congeniar o distanciar nuestros puntos de vista, si nos quitamos las playeras.
Todo indica que el gran problema del futbol mexicano actual son sus ingredientes; ¡sus jugadores! Los chicos del coro que están viciados y metidos en una burbuja para que no se les toque ni con el pétalo de una rosa. Porque son dioses en un país de ciegos donde el tuerto es rey. Vivimos disfrutamos, sufrimos en una liga región 4, porque, aunque duela nuestra liga y nuestro futbol es región 4. De manera recurrente Mikel Arriola, nos suelta numeritos y estadísticas sacados de algún episodio de la Isla de la fantasía. Los numeritos nos dicen que estamos a toda madre, pero la realidad nos pega en la frente y nos hace llorar de tristeza.
El futbol es diferente de la política en eso de que si generas percepción la gente o los votantes se lo creen. Aquí los aficionados ya no suelen ser tan tontos. Si con la llegada de Juan Carlos Rodríguez e Ivar Sisniega, no se realiza una verdadera autocrítica hacia dentro para evaluar realmente la grave situación en que se está deportivamente hablando no habrá salida. Fingir que no pasa nada, es la peor decisión.
Una cosa es la facturación, la generación de ingresos que produce la Liga Mx, la selección con la enorme bendición de tener un doble mercado (USA y Méx) y otra muy distante, es que esa enorme generación de recursos sea representativa a la calidad de jugadores de nuestra liga. Los choros, confunden, enojan, agreden a la razón.
El 29 junio del año pasado, al anunciar un convenio con la Serie A de Italia y la Bundesliga, Mikel Arriola, presidente de la Liga Mx se llenó la boca al anunciar en conferencia de prensa celebrada en la embajada de México en Italia; “Queremos comunicarle a Europa que México es uno de los mejores formadores de jugadores” https://www.espn.com.mx/futbol/mexico/nota/_/id/10570145/mikel-arriola-mexico-entre-mejores-formadores-jugadores
De aquella fecha al día de hoy la verdadera realidad del futbol y del futbolista mexicano le dio un periodicazo constante al discurso oficial de Arriola. En los últimos meses han regresado once jugadores mexicanos, muchos de ellos muy jóvenes. Esto, lamentablemente es una realidad, no un verso. Salvo excepciones como “el Guty”, que está en otro escalón, el resto no logro absolutamente nada, ni siquiera tiempo para tener oportunidades. En la industria se diría, no pasaron los filtros del control de calidad ¿En base a que presumir de tener la mejor formación de jugadores?
JUGADOR | EDAD | REGRESA DE | LLEGO A |
Erick Gutiérrez | 28 | PSV | Chivas |
Eugenio Pizutto | 21 | Lille | Tigres |
Diego Lainez | 23 | Betis | Tigres |
Santiago Muñoz | 20 | Newcastle | Santos |
Jesús Alcantar | 19 | Sporting de Lisboa | Necaxa |
Dagoberto Espinoza | 19 | Brujas de Bélgica | América |
Santiago Naveda | 22 | Miedz de Polonia | América |
Daniel Aceves | 21 | Oviedo | Pachuca |
Leonardo Sepúlveda | 22 | Recre Granada | Tapatío |
Oscar Whalley | 29 | Salamanca | Chivas |
O. Govea | 27 | FC Voluntari | Rayados |
Cada seis meses son más los que nos regresan, los que repatrian los clubes, que los que jugadores mexicanos que cruzan el charco. Los números son, lamentablemente contundentes. Lo peor del caso es que los clubes europeos no les vieron la calidad necesaria para quedarse en esas ligas. Y ni siquiera son equipos de primer nivel, la mayoría son de ligas formativas o de segundo y tercer nivel y en algunos casos filiales. Imagínense que allá no los quisieron clubes que son de “retazo con hueso” y al regresar al futbol mexicano se integran a equipos importantes como si fueran filete. Triste, pero cierto.
¿Son troncos? NO ¿les falta calidad? NO para jugar a buen nivel en nuestra Liga Mx, pero evidentemente no para competir en Europa, o por lo menos los clubes europeos no les ven esos tamaños. Duele, pero salvo excepciones –Santi, Lozano, etc.- exportamos jugadores jóvenes, y a la mayoría nos los regresan por falta de calidad.
No es cuestión de nacionalidad, ni discriminación. Ya estando allá, se quedan somalíes, americanos, argentinos o rusos. Al que le ven calidad y futuro los clubes europeos los blindan, los hubieran firmado, les hubieran dado minutos y oportunidades. Y estamos hablando no de equipos de la elite europea como un Real Madrid, un Chelsea, Manchester City, Milan sino equipos de segundo y tercer nivel, eso es una realidad que duele, pero sirve para que pongamos los pies en la tierra sobre la realidad del futbol mexicano.
Nuestros europeos juegan en ligas “formativas” como la holandesa. De ahí solo el “Chucky” salió a una más competitiva. La mayoría de los jugadores mexicanos en equipos de medio pelo, con problemas de descenso. Esa es una realidad, échele una ojeada a la lista.
MEXICANOS EN EUROPA
NOMBRE | ZONA CHAMPIONS | CLUB | CATEGORIA |
H. LOZANO | SI | NAPOLES | 1a |
G. OCHOA | NO | SALERNITANA | 1a |
J. VAZQUEZ | NO | GENOVA | 1a |
E. ALVAREZ | SI | AJAX | 1a. |
S. GIMENEZ | SI | FEYENOOR | 1a |
J. SANCHEZ | SI | AJAX | 1a |
O. PINEDA | SI | AEK GRECIA | 1a. |
C. MONTES | NO | ESPANYOL | DESCENDIO |
J. CORONA | NO | SEVILLA | 1a |
M. FLORES | NO | OVIEDO | 2a |
J. HDEZ | NO | ELCHE | 2a B |
G. ARTEAGA | NO | GENK | 1a |
J. CARRILLO | NO | SPORTING GIJON | 2a. |
A. WILKE | NO | BRUJAS | 2a B |
¿Quién es o era después del mundial la gran apuesta europea del futbol mexicano? Luis Chávez. Su calidad está fuera de duda para todos en el futbol mexicano. Pero es una contención, tiene ya 27 años, un “veterano” para ese mercado. ¿Por qué solo han llegado ofertas de equipos y ligas menores de Europa por él?
Claro que se trabaja bien en fuerzas básicas, Grupo Orlegui, Grupo Pachuca son la muestra más adelantada, pero aun así algo está pasando que solo están produciendo jugadores de calidad para el mercado nacional, pero a esa producción de jugadores les está faltando los 20 centavos para el peso, que exigen para exportarlos a Europa.
En los últimos años, Orlegi y Grupo Pachuca, fabrican, producen jugadores y traen jugadores extranjeros para comercializarlos, en su inmensa mayoría, para el mercado nacional; En los últimos meses los de la comarca negociaron a Quiñones, Valdés al América, Rivas a Pumas, Aguirre al Atlas, Gorriaran y Angulo a Tigres, Barbosa a Xolos y mando a su filial en España a Otero.
Por su parte, Grupo Pachuca, mando a Mosquera, Navarro, Meneses e Isais al Toluca, Ibáñez a Tigres, Álvarez al América, Guzmán a Chivas y a Romario Ibarra al Oviedo en España. Por supuesto que estos movimientos generan gran impacto económico para ambas instituciones, pero en lo deportivo en nada suman para selecciones. Estos jugadores siguen jugando y compitiendo en la liga Mx, mismo nivel, mismo todo, solo cambian de playera.
Salvo Hirving Lozano, quien está en vía de ser transferido por el Nápoles, no hay un solo jugador mexicano en un club de elite. Estos no tienen, desde hace años interés en fichar a un jugador que venga directo de Liga Mx, por algo será porque vaya que dinero les sobra. El último fue el Chicharito Hernández en el 2010 cuando de Chivas fue directo al Manchester United. Han pasado ya ¡13 años! Y ninguno más, esto no es casualidad, es realidad.
Si llega Pep, sí que queda Lozano, si van por Ambriz o por Luis Enrique, la realidad del futbol no pasa por un técnico sino por la materia prima. Y si cualquiera de los antes mencionados hiciera una lista de 40 jugadores y usted hiciera lo mismo le apuesto que coincidirán con 30 o más jugadores ¿Por qué? Porque no tenemos más, por qué es lo que hay porque “aquí nos tocó vivir” diría Cristina Pacheco.
Tenemos una selección mexicana con jugadores promedio, la mayoría juega en equipos promedio ¿Cómo exigir entonces exigir competir contra las potencias? Pero ¿saben que es lo peor? Que hay buenos jugadores, pero la mayoría de ellos sin liderazgo. Este tema empeora el asunto ya que, si no tenemos jugadores con esa fortaleza mental necesaria para tomar al grupo y enderezarlo con un grito o una mentada y para darle rumbo, más allá de las decisiones de un técnico. Lamentablemente, nos han querido enganchar en la percepción de que tenemos jugadores “Ribeye”, cuando la verdad solo es de bistec de carnicería de barrio. Eso sí, cobran como fuera en verdad Ribeye.
Cuando no tienes figuras, cuando solo tienes jugadores promedio, cuando no tienes jugadores desequilibrantes la única manera que tiene un equipo o una selección para competir es el juego de conjunto, un sistema que se domine a la perfección que pueda equilibrar la balanza. Eso lo tiene que lograr Lozano o quien llegue y eso solo se logra con entrenamientos, con tiempo, con repeticiones y eso no lo tendrán en el corto plazo
Para muchos los naturalizados son la esperanza. ¿Con ellos vamos a ser potencia? ¿son lo suficientemente buenos para por sí mismos, sin un juego de conjunto, sin sistema echarse el equipo al hombro y volverse a la selección protagonista? Yo no lo creo, no son Messi. ¿Qué “naturalizados” tenemos para ser “campeones del mundo” según algunos? Sin duda Luis Quiñones, encabezaría la lista, luego hay que anotar a Julio Furch, Nico Ibáñez, Alexis Canelo, Matheus Doria, Nacho Rivero, Thiago Volpi, Álvaro Fidalgo, Juan Dinenno.
Sin duda, grandes jugadores que, por supuesto marcan diferencia, pero ¿en dónde? ¡También en el mercado local! Ninguno de ellos, fue indiscutible en las selecciones nacionales del país donde nacieron. Si de verdad estos naturalizados estuvieran muy por encima de los jugadores nacionales a Quiñones se lo pelearían en la Liga Premier, la española, la alemana. ¿Por qué solo los busco el mercado local; un rayados, un América, un Toluca? Si hubiera semejante diferencia, viene un Chelsea, un Liverpool, y pagan muerto de risa una cláusula de rescisión de 15 o 20 millones. ¿Por qué no vienen y se lo llevan? Por lo mismo, no creen que tenga la calidad de exportación al futbol elite. Son jugadores de enorme calidad, para nuestra liga, para nuestro mercado, no para el europeo. Así que tampoco son garantía de absolutamente nada. Si fuera diferente ya estarían allá y no aquí. ¿O no lo cree así?
Mientras no entendamos la realidad de nuestro futbol, lo sigamos sobrevalorando, lo vendamos como algo que quisiéramos que fuera, pero no es, no podremos avanzar. Solo nos haremos perdonando la expresión; “chaquetas mentales”. Ningún club europeo desde hace años no pelea con otro por contratar a algún jugador mexicano o algún prospecto y si no lo hacen, es porque no le ven mucho potencial y por el costo, así de simple. Si se lo vieran, pagan y se lo llevan punto.
Mi querido David Faitelson, comento en el programa Tercer Grado que esta es una generación perdida y lamentablemente pudiera tener razón. No es una generación de troncos, hay muy buenos jugadores nacionales y naturalizados, pero para nuestro mercado, para nuestra liga, que no les alcanza para cruzar el charco y jugar en equipos de elite, duele, pero es cierto, por eso mismo nos regresan a la mayoría.
No tenemos una generación de malos futbolistas, tenemos una generación absolutamente sobrevalorada mientras no demuestren lo contrario. Muchos jugadores a los que el profesionalismo les ha quedado grande, que dicen sentirse más cómodos con un técnico nacional que un extranjero, que dicen estar más seguros jugando en una línea de cuatro que de cinco. Jugadores divos a los que solo falta que el técnico en turno les pregunte que de que sabor quieren su nieve, para hacer el favor de jugar en Doña Sele.
Fracasos van fracasos vienen, mismos jugadores, diferentes sistemas, distintas competencias, mismos papelones y siempre el único pendejo es el técnico en turno. ¡Ya estuvo suave de tanto apapacho a jugadores, que en la cancha y por resultados de selección han demostrado ser de medio pelo, con enorme falta de liderazgo! O se arma una selección para formar un verdadero equipo, con un sistema para poder competir a pesar de la falta de calidad individual o esto ira aún más en picada. Es hora de que los que están en la cancha asuman con exceso de colesterol su falta de compromiso.
“El hombre superior se culpa a sí mismo. El hombre inferior culpa a los demás”
Don Shula, HC Miami