
El futbol suele ser cíclico, en el argot futbolístico se les llama también se les llama “camadas” porque son los futbolistas que nacen o se descubren en el mismo “parto” y hay generaciones muy buenas, otras regulares y unas muy malas, aunque el proceso y los mentores sean los mismos, la enorme diferencia es la materia prima.
La crisis de calidad y liderazgo de la actual generación futbolística es tan pobre que aficionados y medios estamos ávidos de que surja uno o más “salvadores” que sean los que logren sacar “al buey de la barranca” lo cual provoca impaciencia pues se aceleran los procesos y se incrementan las expectativas.
Mantenerse con análisis e ideas objetivas no es nada sencillo, la necesidad y la ilusión es mucho más grande que la realidad y entonces surgen los dos bandos, el optimista que ve el vacío medio lleno y el pesimista que lo ve medio vacío. Mantenerse en el punto medio, aterrizado en la realidad y sus entonos, sin que las vísceras y el corazón se impongan a la razón se torna verdaderamente complicado para el aficionado y los colegas.
¿Hacia dónde vamos? A efectuar un análisis de la realidad futbolística de esta selección mexicana sub-20 que ha dado dos grandes partidos en Chile, empatando de manera providencial en los últimos minutos ante dos países considerados potencia; Brasil y España.
En lo personal considero que esta selección en cuanto a potencial, cualidades individuales de algunos de sus jugadores son mucho mayores que la generación mayor que actualmente nos representara en el mundial. Pero una cosa es tener potencial y otra muy distinta y mucho más complicada es hacer que ese potencial y esperanza se convierta en una realidad consumada.
Esta película ya la hemos visto muchas veces. Por eso antes de sacar los pompones y entonar a coro el canto de las sirenas, evaluemos los entornos y sus circunstancias. Desde su debut y su ascenso meteórico que acumula no más de cincuenta partidos en la primera división del futbol mexicano la aparición de Gilberto Mora fue un oasis en el desierto.
Su calidad, su inteligencia, su madurez, la velocidad mental que ha mostrado tanto en la liga como ahora en el mundial sub-20 claro que nos tiene maravillados a todos. Tiene apenas 16 años, jugando con jugadores mayores que el hacen que el reconocimiento sobre su entorno sea mayor por méritos propios.
Posiblemente tienen razón quienes consideran a Mora como la mayor promesa de nuestro futbol junto con Elías Montiel y Obed Vargas en las últimas dos décadas. Eso podría NO estar en discusión como tampoco se puede debatir en este momento que se trata de un enorme prospecto, con extraordinarias condiciones, pero prospecto, esperanza a final de cuentas.
Recordemos lo que se escribía y cómo se escribía de brillante prospecto de 16 años, que maravillaba en la Masia del Barcelona desde los doce años. Muchos especialistas, sin dudarlo lo visualizaban como el heredero natural de Ronaldinho y lo candidateaban para ser una figura mundial. Estaba en la mejor cantera, con los mejores formadores, los mejores tutores y arropado por un equipo, que en ese momento era el mejor del mundo; El Barcelona.
En aquellos años en las entrañas del equipo culé, a Giovani se le veía como el prospecto más importante de la cantera del club, consolidándose como una joven figura con mejores expectativas que otro jovencito argentino que brillaba también en La Masia que respondía al nombre de Lionel Messi.
El ascenso de Gio en sus primeros años como profesional fue notable, al grado que en la temporada 2007/2008, con apenas 18 años, disputó 28 de los 38 partidos con el Barcelona de Frank Rijkaard.
Meses después, ya con Pep Guardiola en el banquillo este mítico técnico tenía la mejor opinión sobre Giovanni Dos Santos, el célebre técnico en rueda de prensa explicó por qué se renovó el contrato al mexicano de 21 años, que suele jugar de defensor o mediocampista y es hermano del atacante Giovani Dos Santos, también salido de la cantera “culé”.
“Es un jugador demasiado bueno y de nivel demasiado alto para que salga tan joven del Barsa”, dijo el técnico. “Tiene una progresión muy alta y con una dinámica de presión como no tenemos en nadie, y cómo mueve el balón, tampoco” https://www.rpctv.com/deportes/futbol/Guardiola-Mexicano-Santos-demasiado-bueno_0_427157359.html
Algunas de las cualidades futbolísticas -porque son diferentes- y expectativas que hoy todos le observamos a Gil Mora, todos se los veíamos a Giovani Dos Santos, hace 20 años. Ambos hijos de exfutbolistas, ambos mexicanos, la afición entera tenía enormes esperanzas, las expectativas eran enormes porque las condiciones eran así de grandes. A Gio le veían cosas de Xavi, a Mora ya algunos le ven destellos de Iniesta.
Claro que nadie puede asegurar que va a ser la misma historia y tampoco que será diferente. Lo más complicado para el futbolista con enorme talento es consolidarlo. Hay jugadores que nacen como Pele, Maradona, Messi, pero la inmensa mayoría se hacen, se trabaja para consolidar y desarrollar a plenitud su potencial.
No es una simple cuestión de talento. Nadie encuentra un jugador formado, claro que hay diamantes en bruto, pero como los diamantes los que NO se pulen quedan en simple piedras, anécdotas de lo que pudo ser y no fue. Ejemplos hay millones, seguramente usted en su barrio o en su vida conoció a varios.
Por eso es muy importante blindarlo. Una cosa es la ilusión que la precipitación. TODOS queremos que sea lo que su potencial nos marca. Pero aún no ha ganado nada, no es un jugador hecho, consolidado. Que va extraordinariamente bien y muy rápido, por supuesto, pero sigue siendo una esperanza.
Por favor no contaminemos su carrera involucrando nuestros deseos contra la realidad dejemos que Mora, disfrute el juego, que siga siendo el niño que es. No le carguemos responsabilidades y expectativas que no tiene por qué cargar ahora.
Por ahora dejémoslo en paz, disfrutemos viéndole jugar con ese desparpajo, con ese talento y frialdad extrema. NO contaminemos su entorno, su presente y su futuro dejemos que el futbol siga siendo un juego para Mora, porque mientras lo siga disfrutando como tal las posibilidades de que se convierta en realidad serán mucho mayores. Todos deseamos que esta película que estamos viendo, tenga un final muy distinto a los que ya vimos.
“Que la alegría y el entusiasmo de ser niño nunca desaparezcan, no importa cuántos años tengas”