Los “Hijos De…”; Leyendas Urbanas 

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En el futbol como en la vida cargar con el apellido de un padre famoso suele ser, en la mayoría de las veces, más una lápida que una bendición. De entrada, ayuda y mucho, entre los contactos, la admiración al padre, el haber sido amigo del papá, el “vender” el favor el ser “hijo de” hace todo más fácil, el resto lo hace el morbo. 

El “hijo de” que llega a fuerzas básicas tiene, sin duda privilegios. Por principio de cuentas se le da mucho más tiempo de observación que al resto, generalmente NO hace pruebas masivas como el resto de los chicos de su edad y categoría.  

Se le da un trato diferenciado, se le trata de “pulir” más en tono individual que al resto, eso es indudable y en un sentido casi universal también inevitable pues lo mismo sucede en equipos profesionales región 4, que en equipos de elite en unos con mucho mayor frecuencia que en otros. 

EL INICIO DEL FIN 

Los problemas para “el hijo de” comienzan cuando se va subiendo de categoría. En las pequeñas, la sub-13, sub-15 puede permanecer sin ser “cortado” por falta de condiciones y sin lio alguno. Nadie importante se dará cuenta. Hasta ahí puede “vegetar” sin molestia, el tema es cuando ya entra a categorías más competitivas, más cercanas al profesionalismo o a la máxima división. Ahí, casi siempre —no para todos— pero si para una inmensa mayoría se acaban los privilegios. 

ESTIGMA Y BULLING 

Son pocos los “hijos de” que podrán continuar la carrera profesional cuando ya se compite en las categorías profesionales de verdad. Ahí a la mayoría de los técnicos ya no les importará el apellido, ni el árbol genealógico, ni las recomendaciones pues buscarán resultados ya que se juegan la chamba y en el futbol de elite el apellido ni juega, ni cuenta a pesar de los millones de leyendas urbanas que existen. 

En la búsqueda del sueño de llegar a primera división y brillar como sus padres los “hijos de” sufren, aunque usted no lo crea de un estigma, de discriminación y de bulling. Sobraran los compañeros, los amigos o familiares de estos e incluso auxiliares o cuerpo técnico que le echaran en cara que están ahí por recomendaciones, negándole cualquier potencial, jodiendolo en el vestuario, en la cancha o en la banca. No es un tema simple para ningún joven, con dinero o con recomendaciones terminan sufriendo más del juego que disfrutándolo. 

LEYENDAS URBANAS 

La mayoría de los aficionados creen que para llegar a ser futbolistas profesionales una inmensa cantidad de jugadores o sus padres habrían pagado para que eso hubiera ocurrido. ¿es verdad este pensamiento? Lamentablemente es cierto, ha sucedido y seguramente sucederá, pero ese número está lejos, muy lejos del que piensan la mayoría de los aficionados. 

Si todo aquel que tuviera la capacidad de “pagar”, sobornado a técnicos y dueños de equipos de la primera división para que sus hijos jugaran en los equipos del máximo circuito abundarían los apellidos Azcárraga, Salinas, Larrea, Slim, Zambrano, Fernández, Aramburuzabala, Limantour y anexas y NO es así.  

NO todos los hijos ricos fueron apoyados por sus padres para jugar en primera división como lo fue el “cheto” Leaño, al que hicieron jugador de futbol con los tecos y lo mantuvieron como titular hasta que con los años se convirtió en un defensa central muy cumplidor con Tecos, aunque en ese camino, sus padres hubieran tenido que haber corrido a técnicos como Rubén Omar Romano, por negarse a ponerlo de titular. Esas son marcadas excepciones que tiene toda regla, no es lo común. 

POKAR DE FRACASOS 

Pero este tema que es de cierta manera recurrente en México y en el mundo se exagera en demasía con algunas leyendas urbanas, que, si bien se han dado y se seguirá dando pues la cultura de la trampa es, lamentablemente una condición humana más frecuente de lo que debería ser.  

El talento NO siempre se hereda, ni en el futbol, ni en los negocios, ni en los estudios. Lamentablemente NO es una constante. El refrán “Hijo de tigre, pintito”, con el que se quiere aludir al parecido que tienen los hijos con los padres, generalmente, en la mayoría de sus aspectos NO es tan recurrente como se piensa. 

Son muy, pero muy pocos los casos en el deporte, donde “el hijo de” un crack famoso, lo supera en calidad y logros. Ejemplos abundan en el futbol y la vida en este artículo le presentaremos un pokar de historias sin éxito de cuatro leyendas deportivas; Pele, Beckembauer, Maradona y Cruyff.  

Empezamos con Edson Cholbi Nascimento o ‘Edinho’ es el hijo de ‘Pelé’, para mí, el futbolista más grande de la historia. Fue un arquero de medio pelo; jugó en equipos como Santos, portuguesa Santista, Sao Caetano y Ponte Preta. Y a su retiro terminó en la cárcel. 

Otro caso fue el hijo del gran Franz Beckenbauer. Él se llamaba Stephan y jugó como defensa central también. Se formó en las inferiores del Bayern Múnich, pero nunca pudo llegar al primer equipo. Probó suerte en el TSV 1860 Múnich, FC Grenchen y otros antes de retirarse en 1997. Falleció en 2015. 

A Diego Sinagra, hijo fuera del matrimonio que tuvo Diego Armando Maradona en Italia, le sirvió de poco o nada los genes y su árbol genealógico.  Sinagra incursiono en el futbol jugando como medio y delantero. Jugó en inferiores de Napoli y Génova, pero lo contrataban más por “morbo”, por vender al “hijo de” que por calidad.  Pasó la mayor parte de su carrera deambulando en equipos de segunda y tercera división en Italia.  

El hijo del inolvidable Johan Cruyff, este de nombre Jordi fue otro jugador al que le quedo enorme el apellido. El volante ofensivo se formó en las inferiores de Ajax y FC Barcelona. Gracias a los contactos de su padre pudo colocarse en algunos equipos siempre de más a menos; Manchester United, Celta de Vigo, Alavés, Espanyol, y luego dio un bajón a equipos de menos envergadura como el De Volewijckers, Metalurg y el Valletta. Se quedó en promesa y no terminó por dar el estirón. Mejor se quedó al frente de algunos negocios de su padre, sin gran éxito tampoco.  

Y la lista sobre “hijos de” que no tuvieron éxito es inmensa; Enzo el hijo de Zidane, Hugo Sánchez Portugal QEPD, Matheus Olivera, hijo de Bebeto, Ianis Hagi, se quedó a años luz de lo que fue su padre el rumano George Hagi, el hijo del “Tren Valencia, el de Marcelo Gallardo, etc., etc. A muchos de ellos, la fama de sus padres les dió para poder jugar, pero NO para ser exitosos en el juego. 

LOS QUE LOS SUPERARON 

En contraparte, hay muchos más hijos de jugadores que no fueron figuras mundiales como los antes mencionados que pudieron superar la carrera de sus padres; Quizá el caso más representativo sea el de la leyenda italiana Paolo Maldini, que, en logros, trayectoria supero a su padre Cesare, quien también fue figura como jugador en Italia. 

El llamado “androide” Erling Haaland, ha superado con mucha facilidad lo que logro su padre Alf-Inge Haaland, quien no pudo ser campeón y solo disputo la copa del mundo de Estados Unidos en 1994, representando a Noruega.  

En este tenor hay que colocar a Javier “Chicharito” Hernández, que en su carrera futbolística supero lo hecho por su padre, mundialista en México 86 y su abuelo Tomas Balcázar QEPD.  

En los tiempos actuales y en nuestro país la mejor referencia es Santiago Giménez, que logró lo que su padre “el chaco” no pudo conseguir; ser campeón con el Cruz Azul y jugar en Europa y además destacar como lo está haciendo en el Feyenoord y a sus apenas 23 años le queda un enorme futuro y metas por lograr.  

En estos casos, el apellido NO impidió que lograran alcanzar sus sueños y superar los éxitos de sus padres. Pero son, lamentablemente una minoría, los que superaron el bulliyng futbolístico que vivieron en su etapa de juveniles para alcanzar el éxito, lo que NO es un tema menor y del cual NO se habla. Y aplica para el futbol, los negocios y la vida. Por eso que hayan soportado esa presión tiene mucho mérito.  

MERCADO NEGRO Y CORRUPCION 

Lamentablemente, también existe la otra parte el mercado negro del profesionalismo. Gracias a esas leyendas urbanas, el común de los aficionados cree que para ser profesional de primera división se debe corromper a algunos. Y dan como ciertas todas las versiones de corrupción que han escuchado, algunas ciertas, otro producto de la frustración. 

En la inmensa mayoría de los equipos de la tercera división profesional de México, en la segunda Premier, e incluso algunos equipos de Expansión sobran las historias de corrupción. No les miento si les digo que hay centenas o quizá miles de padres de familia que pagan desde los 10, 20 o 50 mil pesos mensuales a los dueños de esos equipos o a los técnicos para hacer que sus hijos cumplan su sueño de ser jugadores “profesionales”.  

Son extorciones simuladas, corrupción masiva que se efectúa bajo la premisa de la leyenda urbana; “Así es en el futbol profesional” dando como un hecho cierto y consumado, que evidentemente existe, pero NO en todos los casos pues hay muchos dueños y técnicos dignos que no son traficantes de sueños.  

En este contubernio consensuado pierden todos en una dolorosa simulación; el padre que paga porque su hijo juegue puede presumir a sus amigos que su vástago es jugador profesional de tercera, segunda y expansión. 

Ya cuando al hijo ya no le alcance el nivel o supere la edad permitida vendrá el eterno argumento y una coartada recurrente de que le pidieron dinero por jugar y mejor se retiró, cuando muchas veces es el propio padre el que propicia la corrupción.  

Hoy sin ascenso, la gran mayoría de equipos de tercera, segunda y algunos de expansión se han convertido en un negocio de SIMULACION de ser jugadores profesionales y no de un semillero. Ahí de verdad, juega el que pueda pagar con algunos “becados”.  

De estas historias de terror, de corrupción, de los traficantes de sueños ya le estaremos contando muchas historias. Si usted, quiere compartir la vivencia propia o de sus hijos hágame llegar la historia a mi correo fantom110@hotmail.com e intentemos cambiar la historia de los jóvenes y padres que van en la persecución de un sueño.  

“Lo heredado, dura menos que lo ganado” Anónimo 

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