La pesadilla de los “antis” fue inevitable, el odiado América vino desde el play in para de manera invicta pasar por encima de los mejores del torneo; Toluca y Cruz Azul que era el gran favorito. Las águilas era un equipo disminuido en lo físico, en lo futbolístico con una colección de lesionados, entre ellos Diego Valdés, su gran mariscal. No estaban en plenitud, pero el grupo tiene ese ADN de los equipos ganadores, además un verdadero ajedrecista en la dirección técnica capaz exprimir todo el jugo posible a un plantel disminuido.
El brasileño André Jardine aprendió muy rápido a jugar las liguillas. Con América ha dirigido 19 partidos en esta fase ¿Sabe cuántos ha perdido? ¡solo uno! Él, mejor que nadie sabía que no era cuestión de lucir, no era el momento, ni tenía las armas en su estado optimo; lo importante era ganar, no importaba si regalaba la posesión de la pelota, si él espectáculo no era el mejor. Sabía que debían anular al rival para aprovechar errores provocados y someterlos a latigazos futbolísticos.
EL AJEDRECISTA
Movió sus piezas con precisión quirúrgica como el mejor cirujano, calculo cada movimiento, cada parado táctico, cada once de su equipo dependiendo del rival y las circunstancias. No se casó con ningún sistema por más que haya estado trabajado. De su tradicional 4-2-3-1, se movió al 5-3-1-1 o al 4-1-4-1 o al 4-4-2. Modifico, tantas veces fue necesario, no le importo ni los nombres, ni las jerarquías.
Dependiendo de los momentos eligió cuando agazaparse o cuando presionar alto, cuando mandar a los carrileros a jugar adelantados para clausurar salida de los laterales o como lanzar a un contención como Richard Sánchez, a tapar la salida de los centrales para robar balones. En el partido de vuelta en el primer tiempo, por momentos le dio un baile a los regios y en el segundo tiempo, los “canchereo” -diría Oswaldo- para buscar liquidarlos en un contragolpe que falló Aguirre.
MUCHO DINERO, POCO CORAZÓN
Al rival más débil en los números y en los hechos el América se lo encontró en la final. Rayados es un equipo rico, millonario en nómina, inversión, pero muy pobre en espíritu. Un equipo con muchos nombres, calidad y poco corazón que además arrastra la maldición de ser uno de los equipos con más finales perdidas de la liga mx, donde ya suma siete, tres de ellas muy dolorosas cerrando en casa en ese mismo estadio que fue ante Pachuca, Tigres y ahora América.
Los rayados de Martin de Michelis, se murieron de nada en esta final. Solo movieron una “patita” en los últimos diez minutos del juego de vuelta, muy poco para tan inmensa inversión. Demichelis, entendió muy tarde que en una final tienes la obligación primaria de “morirte” de algo.
Hasta antes de la final el arbitraje y la disciplinaria había sido magnánimos con los regios lo que despertó sospechas. Se acumularon decisiones que favorecieron a Rayados de manera absurda: la no inhabilitación de Berterame al fracturar a Avilés Hurtado, la reducción del castigo a Lucas Ocampo, los penales no señalados ante Pumas, el no reporte arbitral de los reclamos al vestidor del cuerpo arbitral en el juego de ida que hubiera dado como consecuencia la suspensión de Canales y Corona ¿Quién y por qué ordeno a los silbantes del juego de ida no reportar esos incidentes en la cédula? Eran muchas “casualidades”.
¿EFECTO CAMPA CIFRIAN-ARRIOLA?
No eran pocos los mal pensados que creían o creen que esta supuesta “ayuda” de Doña Fede provenía de la profunda amistad de un ex-politico, ahora involucrado en el Consejo de FEMSA como director de Asuntos Corporativos con el presidente de la Liga Mx y de la cual muy pocos estaban enterados y habían reparado en ello.
Este personaje es nada menos que Roberto Campa Cifrián, que aseguran tiene gran cercanía y amistad con Mikel Arriola con quien, en varios momentos compartió proyectos políticos. Hay incluso versiones periodísticas de que en algún momento hubo acusaciones del que el ahora alto comisionado interino favoreció a Coca Cola con temas del etiquetado. Denuncian a Patricio Caso y Mikel Arriola por presunto conflicto de interés a favor de Coca Cola – Pie de Página
Al final las sospechas sobre esa supuesta ayuda a los rayados en la parte final torneo, si existieron o no, valieron de muy poco para evitar la nueva y dolorosa derrota en una final en casa en el llamado gigante de acero.
LOS TITULOS QUE HA VIVIDO EMILIO
En contraparte está el equipo más odiado y a la vez el más exitoso del futbol mexicano en cuanto a la obtención de títulos nacionales. Este histórico sextete del América NO es casualidad sino la continuación de un legado lleno de éxitos.
Ayer Emilio Azcárraga Jean, en el diario Reforma, publico un escrito al que título; ¡Somos América! ¡Somos TRICAMPEONES! y en el primer párrafo hace una radiografía de su pasión, mismo que aquí reproducimos de manera textual; “Soy orgullosamente americanista, lo soy desde que nací, así me lo inculcó mi padre, Emilio Azcárraga Milmo, un hombre visionario y ejemplo en muchas cosas. Él me enseñó el valor del trabajo, del respeto, de la amistad, de la solidaridad y de la constancia. Pero mi padre también me forjó con una mística con la que vivo siempre, con un orgullo, con una bandera, con una playera: la del América”
Emilio Azcárraga Jean, nació en 1968 y antes de ese año, el América solo había ganado un campeonato de liga. Cuando tenía tres años de edad, los entonces “cremas” o “millonarios” lograban otro en el primer formato de liguilla del futbol mexicano venciendo al Toluca, él único título de todos los que ha vivido del que Azcárraga Jean, no tuvo plena conciencia, el resto los ha disfrutado con enorme pasión desde diferentes trincheras; como aficionado y como presidente del equipo.
Como aficionado, siendo solo el hijo del dueño del América, en sus primeros 29 años de vida Azcárraga Jean fue testigo presencial de como su equipo levantaba trofeos más de una docena de veces. Siete de ellos de la liga en su formato de torneo largo y liguilla.
TITULOS DE EMILIO A.J. COMO AFICIONADO (1968-1997) = 29 AÑOS
En 1997, cuando estaba por cumplir los 30 años, murió su padre y tuvo que hacerse cargo de la empresa y de sus amadas Águilas. Azcárraga Jean nació, vio y vivió un equipo ganador en su niñez y juventud algo que sin duda lo marco. Su misión como presidente del equipo era mantener ese legado. Lo que son las cosas, 27 años después ya SUPERO los títulos de LIGA que atestiguo.
Como aficionado vivió un tricampeonato el de 83-84, 84-85 y el Prode 85, que pocos o reconocen, pero que él disfruto igual. Hoy como presidente tiene ya un tricampeonato de liga inobjetable. Suma ya 8 títulos de liga, 4 de CONCACAF, tres campeón de campeones y uno de copa. Lo que vivió como aficionado, lo ha equiparado como presidente del club.
¿Cuál es la asignatura pendiente que tiene Azcárraga Jean con su historia y el legado heredado con el América? Tener éxitos internacionales que trasciendan, como aquella interamericana que se ganó ante el Boca Juniors en 1978 o aquella ante el Olimpia de Paraguay en 1991, cuando Don Carlos Miloc QEPD, se agarró a golpes con los guaranís. Eso NO lo ha podido repetir, ha sido su némesis. En ese tenor de conquistas internacionales el Pachuca de Jesús Martínez Patiño lo supera sin discusión en el presente siglo.
VIDAS PARALELAS
Con diferentes proyectos, filosofías, con economías contrastantes y desarrollos distintos solo otro presidente de club actual en el futbol mexicano es igualmente exitoso en el ámbito de títulos a nivel nacional, pero superior en logros de campeonatos internacionales avalados por otras confederaciones y la propia FIFA.
Coincidentemente tanto Azcárraga Jean, que heredo un emporio como Jesús Martínez Patiño, que lo tuvo que construir empezaron prácticamente al mismo tiempo en su encargo como presidentes de club. Emilio comenzó en 1997 y Jesús en 1996.
Como en todo en la vida ambos personajes tienen muchos detractores, pero este cuadro comparativo de los títulos de ambos personajes en estas vidas paralelas arroja datos duros que reflejan éxito. Ningún otro dueño de club está cerca de ellos, la ventaja es enorme. El América es el que manda a nivel local y el Pachuca a nivel internacional en títulos oficiales. Uno invierte para ser campeón, otro invierte para formar, ser competitivo y vender jugadores. Los títulos NO están pelados con la formación y esta es la mejor muestra de que se pueden lograr ambos.
¿QUE PRESUMEN LOS DETRACTORES?
Ante la contundencia de los números, de los logros; ¿Que pueden decir sus detractores, sus acérrimos rivales deportivos? Nada, absolutamente NADA. ¿Qué números o logros deportivos tienen para competir contra estos dos? ¡NINGUNO! ¿Acaso Grupo Pachuca, tiene el mismo potencial económico de Televisa y/o Azcárraga para “comprar” casi los mismos títulos de liga y superarlo con absoluta claridad en torneos internacionales avalados por FIFA y CONMEBOL? ¡No verdad! Entonces es evidente, que ganar y tener éxito no es solo es un tema de chequera, ni de tener o no el poder de una televisora.
Y eso que no estamos contando los logros como grupos, como para sumar los éxitos del Necaxa cuando fue propiedad de Azcárraga o los del León, con Jesús Martínez Murguía que ya suma tres títulos de Liga y uno más de CONCACAF, porque si no la diferencia contra otros presidentes sería aún mayor. Tigres, de Cemex estaría debajo de este par, formando una trilogía dados sus éxitos en el presente siglo, solo que aquí habría que repartirlos entre tres presidentes; El Ingeniero Rodríguez, Miguel Garza y Mauricio Culebro y/o Dohener y eso lo diluye.
En el siglo pasado, ningún equipo del futbol mexicano estaba cerca del América y su entorno, NINGUNO. En el nuevo siglo hay instituciones que tienen mayor fortaleza económica y de liquidez inmediata; Cemex, Femsa, Valentín Diez y ¿acaso estos son los tricampeones? Hoy ese grupo de empresarios poderosos junto a otros ya NO se someten como lacayos como sucedía antes en la asamblea de dueños.
A la hora de hacer cuentas los “antis” no tienen números, ni datos duros, ni argumentos, solo teorías de la conspiración como coartada para explicar sus pocos resultados. NO nos equivoquemos. El camino del éxito se construye de diferentes maneras y con distintas rutas nos gusten o no, así que odienlos o quiéranlos más, pero estos dos proyectos tan disímbolos y diferentes son, por mucho, los más exitosos de este siglo y sus rivales los ven cada día más y más lejos.
“El éxito tiene su precio y a menudo se paga con la hostilidad de quienes no lo tienen y te envidian” Harold Coffin
Foto: X Club América