Por esas huellas invisibles que no podemos contar, que las mujeres que sufren en secreto y han sido orilladas a callar
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Por Ustedes, por todas y por las que vienen ¡Aborto legal y seguro ya!
En este mundo dicen no comprender a las mujeres, por que son complejas y problemáticas. Y como no serlo, en un mundo decepcionante donde la libertad a decidir sobre tu propio cuerpo y proyecto de vida es penalizada y depende de 26 personas que esto pueda cambiar.
No podemos comprender las vidas como si fueran lineales, no todas pasamos por lo mismo, lo que nos caracteriza son los contextos diversos sobre los que hemos sido construidas. Las historias de miles de mujeres incomprendidas, desinformadas y llenas de culpas son llevadas a tomar decisiones al limite poniendo en riesgo su vida.
Hablar de la despenalización del aborto nos lleva a debates, por ser visto desde múltiples perspectivas, por lo tanto, no es valorada en la misma dimensión. Dentro de la Ley no puede ser vista por ideologías personales, ya que jamás se hará justicia. En la Ley se debe valorar desde el derecho para la dignidad humana y la autonomía de decisión, considerando los riesgos que impacta en la vida de las mujeres.
La obligatoriedad de continuar el embarazo según lo planteado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), es una condición que perpetua la violencia de género. Ya que la despenalización se refiere a que deje de ser considerado un delito castigado por la legislación penal, condenando a una mujer a la cárcel o a una sanción por abortar; dejando así abierta la libertad a decidir la interrupción del embarazo.
He escuchado historias de muchas mujeres que se han practicado un aborto en la clandestinidad, llenas de dolor y tristeza, que cargan culpas en su consciencia por la moral intransigente de una sociedad que no comprende sus razones. Quienes se embarazan no solo son adolescentes o solteras, también son casadas, con hij/as, sin distinción de clase o etnia, ellas deben tomar sus decisiones, resaltando que no tienen por qué cargar con la culpa y un castigo que puede llevarlas a la muerte.
La despenalización del aborto no es cuestión de moral, es cuestión autonomía en las decisiones, de garantía de derechos humanos, de acceso a la salud, es tomar una ruta de libertad, de dignidad y respeto a las mujeres y personas gestantes.
Puebla debe de dar este paso, es una deuda que tienen con todas, por aquellas que se han visto obligadas a seguir un camino no elegido, por las que sufren en silencio y tienen miedo, por las que se sienten culpables, por aquellas que han sido juzgadas y están en la cárcel, por ellas las que hoy ya no pueden hablar por que murieron en condiciones inhumanas.
Por esas huellas invisibles que no podemos contar por que en secreto sufren y han sido orilladas a callar. Por Ustedes, por todas y por las que vienen ¡Aborto legal y seguro ya!