En los últimos días he escuchado insistentemente que el equipo de fútbol Puebla ya tocó fondo con los cinco puntos que hizo en el Clausura 2024, porque peor ya no le puede ir.
Tal vez a esas voces no les falte razón, porque pensar siquiera que la franja no supere una cifra tan raquítica en el Apertura 2024, significaría que las cosas no sólo se seguirían haciendo mal, sino peor aún.
No obstante, en este momento no hay argumentos para creer que las cosas vayan a cambiar y menos con el anuncio que el Club dio el miércoles en el sentido de que Andrés Carevic dejaba de ser el director técnico de la escuadra camotera.
Me explico.
Estoy convencido y lo he mencionado varias ocasiones que un entrenador que llega como sustituto y a lo largo de siete partidos es incapaz de lograr un triunfo o un cambio notable en la forma de jugar de la escuadra que dirige, no tiene nada que hacer de ahí en adelante.
Bajo esa perspectiva, la salida de Andrés Carevic era más que un secreto a voces.
Sin embargo, hasta donde nos enteramos, el estratega se habría reunido con la gente que toma decisiones en el Puebla para presentar su informe de los partidos que dirigió y bajo el brazo también llevaría nombres de jugadores que podrían servir de refuerzos para el Puebla de cara a su participación en el apertura 2024, que iniciará en unos meses.
Y es ahí donde “la puerca torció el rabo”, porque más allá de que no presentó las mejores cuentas de su gestión, sí me deja muy preocupado el hecho de que haya tenido tiempo de sacar su lista de refuerzos y le haya sucedido lo que a Larcamón.
Para darle contexto a este comentario, es importante recordar que después de la humillante eliminación ante América y a la hora de sentarse a dialogar para planear el siguiente torneo, más allá de las ofertas de estar presente en el mundial, como comentarista y diez mil cosas más, en cuanto mostró la lista de refuerzos para continuar en el equipo, dicen los que ahí estuvieron presentes, que la directiva le dijo que no se atreviera siquiera a ponerse exigente en cuestión de nuevas altas, después de lo que le había pasado a la escuadra poblana ante las Águilas del América y de ahí se dio el final de la relación entre el hombre que le heredó muchos puntos a los Camoteros para la tabla de promedios o del cociente como muchos otros le llaman.
Y es que si ese fue el motivo para que se decidiera dejar fuera del Club al argentino, entonces tenemos motivos de sobra para preocuparnos, porque si el señor presentó una lista de refuerzos, es porque tampoco estamos hablando de que Andrés sea un entrenador suicida, que siga trabajando con lo prácticamente nulo que hay en cuestión de calidad en el plantel y entonces que no nos sorprenda ver que jalen a un técnico de la misma organización para continuar al frente del equipo.
Cualquier otra cosa nos sorprendería, aunque tampoco descartamos que llegue al frente un entrenador chambista que busque colocar a sus jugadores, llevarse una lana por ellos sin importarle si en la fecha seis o siete lo despiden. Al final habrá logrado su negocio.
Por hoy es todo, si Dios quiere, aquí estaremos la próxima semana. Mi twitter: @DeporPueblaRHE.
Foto: Kevin Hernández