Los bulos es proporcionar al público informaciones falsas, creadas a propósito y de tal manera que sea percibidas masivamente como verdaderas, a fin de ser divulgadas masivamente a través de medios de
comunicación, escritos, audiovisuales y digitales a través de internet, así como de redes sociales, correo electrónico o mensajería instantánea, sin olvidar que la etimología de los bulos parece vivir del calo Bul que significa: Porquería. Los Fake News al igual que los bulos son información falsa, dolosa, interesada que dañan a otras personas en su privacidad, vida pública, reputación o economía.
Los bulos y los Fake News a menudo, por razón lógica son actitudes que generan ilícitos civiles y penales, para quien usa estos mecanismos, que lo hace siempre en el anonimato, no firma, no da nombre, pero lo lógico, si se llega a describir se sujetara a las Leyes Penales y a las Civiles y a reparar daños económicos y/o morales que se hayan causado con esa conducta.
Entre otros de los múltiples usos de los bulos podría ser el campo ideológico, comercial, político que genera el denominado negocio de la mentira negocio que dice el periodista Jesús Cintora que marca,
estiquematiza y persigue o perjudica.
En un reciente libro “El Precio de la Verdad” del autor, periodista español Jesús Cintora nos señala que “Las noticias falsas se difunden más rápido y llegan a más gente, que las verdaderas. Las Fake News se difunden más rápidamente, porque llama más la atención, despiertan mayor interés, parecen más novedosos, animan más a compartirlas, despiertan más emociones de sorpresas, de alegría, de tristeza o de indignación generan más curiosidad. Son los grandes riesgos.
Este tema del Fake News, requiere de varios libros, es y seguirá siendo amplio su uso en el mundo que se está construyendo. Por ello hay que estar atentos en estos temas que influyen en demasía en la denominada opinión pública y no para el bien del ser humano.
Creo que a la Ley, al Derecho, le corresponde observar este fenómeno social que se está presentando en la comunidad mundial; parece difícil de controlar creo que la única contención está en la Ley, en el ejercicio del Derecho y contemplar los mecanismos de defensa.
A los organismos internacionales le corresponde buscar las contenciones procedentes, porque desde luego: es universal este fenómeno. También es un fenómeno complejo en las sociedades sin información o mal informados, a veces por culpas y comodidad de la propia comunidad que nada de ello le interesa. Si no hay contención al caso recordemos la moraleja que se deriva de un cuento ilustrado por el francés
Emile Jadam intitulado “Hay viene el lobo” nadie le creyó, y al final si llegó el lobo y comió a su satisfacción a todos los engañados y a los incrédulos..
De tanto Faks News nos podemos volver descreídos, creer que todo es falso, hasta lo que sea cierto corre ese riesgo: ¡Cuidado entonces con el lobo!
Por otro lado hay que observar que hay muchas personas a las que les gusta retrasmitir los Fake News, o “compartir” información con palabras o actos que caen en figuras delictivas penales, y en sí, el hecho de
“compartir” dicha información, que no creó, pero se hace responsable solidario del hecho delictivo tanto para efectos penales como de responsabilidad civil.
AQUÍ EL LOBO, EXISTE, ESTÁ EN ACECHO.